¿Cómo
es que llegué aquí?
¡Ah!
Comencé una interminable búsqueda en Internet sobre como superar una
ruptura amorosa: "7 pasos para superar a tu ex", "La
manera de superarlo", "10 tips para superar a tu ex!",
"5 rituales para superar a tu ex", "Cómo superar a tu
ex con dignidad", etc, etc, etc.
Y no
logre identificarme realmente con ninguna de esas páginas. ´
Ahora,
no es que yo sea una erudita o que tenga la receta perfecta para
hacerlo ni mucho menos. Pero no puedo sentirme identificada con
ninguno de los "tips" o "consejos" cuando
pretenden encasillar las relaciones y pretenden encasillarnos a
todos, uno es el malo y el otro el bueno. Uno es débil y está
sufriendo más que el otro.
Pero
aún no pude encontrar una que explique realmente por lo que uno
pasa. Todas quieren hacerlo ver fácil, simple, quieren resumir lo
que para algunos de nosotros es una maratón en tan solo 7 pasos.
Pero "¿Por qué escribes sobre esto Priscilla?" "¿Por
qué no escribir de moda, de fotografía, de canciones, de libros o
de comida?"
Déjenme contarles mi historia.
Siempre fui una chica normal, y por normal quiero decir promedio. Nunca
destaque en el colegio, nunca fui la mejor deportista, la mejor
estudiante (excepto en primaria), la más alta, la más delgada, la
más bonita. Fui una muchacha que muchas veces pasaba desapercibida.
Pero siempre fui alguien que soñaba con el día
en el que llegara aquel muchacho que se enamoraría de mi al
instante.
Nunca sucedió. Esa idea de romanticismo que nos imprimen en la cabeza desde
pequeñas (gracias Disney) se hizo cada vez más fuerte en mi.
Enamorarse terrible y desesperadamente de alguien. Dar absolutamente
todo de una, sacrificarlo todo. Esperar dormida hasta que un príncipe
venga y te despierte con un beso y a partir de ese día comenzar a
vivir realmente.
El
tiempo paso y entre gustos y relaciones que duraban 3 semanas de
pronto estaba en quinto de secundaria y me enfrentaba, con 16 años,
a tomar la decisión sobre que era lo que quería hacer por el resto
de mi vida: ¿Doctora como mi papá? ¿Administradora como mi
hermano? o de repente ¿Ser arquitecta? No. ¡Voy a ser Ingeniera
Biotecnológica!
Quinto
año de secundaria fue un año que recuerdo con mucho cariño. Conocí
a mis mejores amigas, me divertí como nunca y por fin entraba a la
universidad:
¡Ya
soy grande Webona!
Durante
ese primer año de universidad no logré encontrar mi lugar. Me
sentía muy deprimida. Sentía que había tomado una mala elección
con respecto a mi carrera. Pero mis ganas de no decepcionar a mis
papás fueron más grandes así que me tragué los reclamos y termine
el primer año con algunas dificultades pero lo hice.
¿Recuerdan
que leyeron sobre ese deseo de pertenecer a un cuento de Disney?
Nunca desapareció.
Fue en mi segundo año de universidad en el que por fin ese sueño, esas
historias en mi cabeza se hicieron realidad. Lo conocí sin querer,
sin buscarlo, sin intentarlo. Lo conocí un día normal. No hubieron
manzanas envenenadas, ni desmayos, ni fuegos artificiales. No hubo
amor a primera vista, ni siquiera hubo gusto a primera vista, no
hicimos "click". No hubieron charlas bajo la luz de la
luna, ni frases cursis.
Pero
sí hubieron charlas hasta la madrugada en donde encontramos muchas
cosas en común. Desde nuestras familias hasta nuestra preferencia
por la comida vegetariana. Para mi esas coincidencias eran MI cuento
de hadas. Para él eran simplemente eso, coincidencias. Pero así
como habían cosas en común, también habían cosas que no soportábamos el uno del otro.
Nuestra
relación tuvo sus altas, tan altas como el Everest, y sus bajas, tan
bajas que parecía que nadie nunca nos iba a poder sacar de ese
lugar. Nuestra relación fue intensa, esa intensidad que solo puede
ser entendida y descrita por alguien que la ha vivido. Intensa y
poderosa. Esa era nuestra relación. Hubieron días en que podíamos construirlo y creerlo todo y hubieron otros en que destruíamos todo
a nuestro paso. Incluyéndonos.
Nos
hacíamos terriblemente felices, y nos hacíamos terriblemente
miserables. Nos amábamos como nunca habíamos amado a alguien y nos odiábamos como nunca habíamos odiado a alguien. Teníamos metas,
sueños y planes, y a veces no sabíamos ni siquiera hacia donde íbamos.
Y en
esta historia no hay malos ni buenos. No hay villanos. Sólo somos
dos personas que luego de 3 años de relación decidieron que lo
mejor era seguir caminos separados.
Es
aquí donde comienza mi Blog. 4 días después del final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario